Cuantas veces la palabra se ha quedado atascada en la garganta. No resulta fácil darse cuenta de cuales son los mecanismos que utilizamos en nuestra relación con el mundo y que tienen que ver con callar. Esta acción, muchas veces, esconde la dificultad para ir en contra de aquello con lo que estamos fuertemente identificados y que aprendimos en nuestra infancia de nuestro entorno más cercano.

Callamos o hablamos

Cuando me he identificado con un niño o niña buenos que no replican, que no preocupan con sus problemas y  por tanto no cuentan, me resultará difícil en mi vida adulta expresar mis necesidades a través de la palabra, mostrar mis emociones y manifestar libremente el lenguaje de mi cuerpo. Es muy probable que aprendiera a acallarlos, a esconderlos y, con ello,  evitar las acciones que pudieran ir en contra de esa identidad forjada para satisfacer a los que me rodeaban, posiblemente con la esperanza de que me quisieran o con el objetivo de no perder su amor.

En un lugar distinto podemos encontrar a la niña o al niño que replicó, respondió, habló de sus problemas, se enfadó o lloró, en un ambiente que le fue devolviendo miradas de desaprobación, gestos de contrariedad, reproches, juicios o humillaciones con las que aquella niña o niño fue creando una idea de sí inadecuada cuando su expresión hacía acto de presencia.

El silencio como elección

El silencio puede ser una elección y cuando la hacemos desde la libertad nos permite estar bien con nosotros. Sin embargo, cuando contengo la palabra como mecanismo de defensa es saludable ponerle conciencia y aprender a elegir los silencios; de lo contrario, la palabra se quedará atragantada y será más difícil encontrar el bienestar

¿Cómo puedes sacar la voz?

Algunas de las vías necesarias para poder sacar la voz sin juicio son:

  • Indagar en lo que me impide expresarme
  • Poner conciencia en para qué me sirve el silencio
  • Identificar a mi juez interno y su discurso crítico
  • Encontrar espacios y personas que sepan escuchar

Si sientes que las palabras se atascan en tu garganta y quieres aprender a sacar la voz sin juicios como herramienta al servicio de tu bienestar, ponte en contacto con Terapia Gestalt Alcalá.