Narcisismo y sociedad digital

por | Dic 19, 2022 | Terapia individual

¿Cómo son las personas narcisistas? ¿En qué medida contribuye el uso de las redes sociales a desarrollar comportamientos narcisistas? Hoy vamos a explicarte qué es una persona narcisista y qué relación tiene este perfil con la sociedad actual, y especialmente con el entorno digital. 

El narcisismo se puede entender desde un lugar patológico, como algo que impide a la persona mantener una relación satisfactoria consigo misma y con el mundo que le rodea, pero también puede ser una expresión de comportamientos no permanentes que todos los seres humanos podemos manifestar en mayor o menor medida a lo largo de nuestra vida, en definitiva, unos rasgos. Si el narcisismo implica una incapacidad para aceptar nuestra verdadera personalidad, nos impide ver lo que realmente somos, puede llegar a convertirse en un problema realmente grave. Por tanto, necesitamos entender qué características posee una persona narcisista. 

Los rasgos narcisistas

El narcisismo puede entenderse como un trastorno psicológico en el cual la persona afectada posee un desmesurado sentido de su propia importancia como ser, demanda una atención y una admiración constante por parte de las personas que lo rodean y se considera a sí misma un ser superior. Todo ello es fruto de haber creado una imagen de sí que no se corresponde con su yo real.

El narcisismo es también una enfermedad con un componente cultural muy poderoso. Algunos autores apuntan que las causas están también relacionadas con la pérdida de valores en la sociedad, donde el éxito, el poder y la falta de interés por los demás prevalecen sobre la ayuda mutua, la calidad de vida y el cuidado del entorno.

Las personas narcisistas tratan de demostrar su valía constantemente en el contexto laboral, social y familiar. En definitiva, en cualquier entorno que ellos valoren que se pueden sentir cómodos para mostrarse hacia el exterior.  

Los narcisistas tienen puesto el foco en la apariencia más que en las emociones, actuando con frialdad. Dicha frialdad se manifiesta en su dificultad para conectar con sus propias emociones y desde ahí se pone de manifiesto la dificultad para empatizar con los otros. Necesitan ser escuchados y ser siempre el centro de atención; se trata de personas con tendencia ególatra, en general. 

La persona con rasgos narcisistas muestra a los demás un alto grado de valoración de sus propias capacidades y en contraposición, suele subestimar la valía y capacidades de las personas de su entorno. Como decíamos anteriormente, carece de empatía y suele ser objeto de relaciones complicadas y conflictivas en su día a día. 

Las causas que llevan a una persona a desarrollar esta tendencia pueden ser de diversa naturaleza. Indagando en el origen y en cómo fueron las relaciones en su infancia, podemos entender por qué se da en ciertas personas la tendencia narcisista y, conociendo las razones que le obligaron a crearse una imagen grandiosa de sí mismo,  podemos ayudarle a mejorar sus relaciones, a través de la terapia. 

Las personas narcisistas en muchos casos han vivido en entornos desestructurados emocionalmente y lo que subyace detrás de su perfil narcisista es una gran inseguridad e insatisfacción consigo mismo.

Una vez que hemos entendido adecuadamente las características principales de una persona narcisista, queremos explicar cómo el entorno en el que vivimos, la sociedad tal y como está planteada hoy en día y; particularmente un mal uso del entorno digital y las redes sociales, pueden afectarnos de una forma insana y provocar mucha insatisfacción y sobre todo una gran dificultad para aceptarnos y querernos tal y como somos.

La sociedad y el entorno digital nos exigen el éxito

Hemos llegado a escuchar que es complicado vivir en esta sociedad, cada vez más preocupada por mostrar una imagen perfecta, una imagen narcisista. Sin darnos cuenta, muchas veces mostramos sólo la parte de nosotros que creemos va a ser aceptada, valorada e incluso aplaudida por el otro.

Las máscaras con las que nos mostramos a veces en las redes sociales pueden ser variadas, con la intención de parecer ser quienes no somos; o por lo menos mostrar sólo aquello que creemos que va a ser valorado positivamente. Esta es una forma de no aceptar aquellas partes de nosotros que creemos menos atractivas. Esto nos lleva a esforzarnos en construir una imagen que nos aleja de nuestra realidad, esto es, del ser imperfecto que somos como humanos.

Un comportamiento narcisista se alimenta de las respuestas emocionales de los demás, tanto si provienen de personas de su entorno como si no. El perfil narcisista necesita constatar que la imagen interna que se ha creado de sí misma es reafirmada por su entorno social.

Detrás de las pantallas y a través de perfiles creados en redes sociales hay infinidad de posibilidades de crear estos personajes. Algunos lugares de las redes son un espacio potencialmente activador de una imagen excepcional con la que la persona cree que va a despertar la admiración. Sin embargo, pronto nos damos cuenta de que, por mucho que demos una imagen excelente, cada cual en lo que crea que va a gustar, no dejamos de sentir ese malestar interior que desde luego no depende de los likes o comentarios buenos que recibamos, sino del amor que tengamos hacia nosotros mismos.

Tras estas máscaras de la persona narcisista en internet, suelen esconderse perfiles frustrados con una falta de confianza en sí mismas, personas a quienes les cuesta aceptarse en su totalidad.

Constantemente sentimos, cualquiera de nosotros en algún momento, la necesidad de mostrar una imagen de éxito constante y de superioridad en las redes sociales.

Desgraciadamente, si la consecuencia no es positiva, es decir, si la persona no recibe ese feedback que esperamos, se puede sentir frustrada y lo que es más importante, rechazada.  Esto es especialmente importante en la población adolescente, que se encuentra en un proceso de cambio y desarrollo donde la identidad está en plena construcción.

Adolescencia, narcisismo y redes sociales

La población adolescente disfruta participando en entornos como las redes sociales, a menudo con el objetivo de recibir la aprobación ajena y si este hecho no sucede, pueden frustrarse llegando a vivir situaciones realmente duras, difíciles de sobrellevar e incluso graves. 

Es conocido que entre las causas más reconocidas de la adicción a las redes sociales se encuentran la baja autoestima, la depresión, la hiperactividad e incluso la falta de afecto, buscando la generación de los famosos likes, generadores de dopamina. 

Las redes sociales conectan nuestro cerebro de manera que esperamos una gratificación instantánea. En otras palabras, cuando recibimos una notificación, un mensaje, un “me gusta” o compartimos un contenido, esperamos placer o una recompensa a corto plazo porque el cerebro producirá un golpe de dopamina, un neurotransmisor que está presente en diversas áreas del cerebro y que es especialmente importante para la función motora del organismo, habitualmente relacionado con sensaciones de felicidad y bienestar.

Todo esto puede dar lugar al narcisismo conocido en la actualidad como narcisismo digital: la creación de un perfil o personaje más o menos ficticio que no corresponde del todo con la realidad, llegando a tener consecuencias gravísimas sobre la mente del adolecente. 

Algunas veces el mal uso o el abuso de las redes sociales también traen como consecuencia los trastornos de ansiedad, lamentablemente muy extendidos en la sociedad actual.

Es bueno que los padres y las madres presten atención a este asunto pero, lejos de querer controlar el comportamiento de sus hijos en las redes, lo apropiado es hablar con ellos desde la comprensión de su momento biológico, relacional y psico-emocional. Se trata de  ser un referente, un apoyo que también pone límites pero desde el entendimiento del momento vital del adolescente. Una autoridad controladora e intransigente solo conlleva incomprensión, enfrentamiento y mucho dolor en ambas partes. 

Si has detectado rasgos de narcisismo y te gustaría trabajar ponte en contacto con Terapia Gestalt Alcalá.