El otoño y las emociones

por | Oct 30, 2022 | emociones

Durante el otoño  llega a nuestras vidas un nuevo ciclo que nos invita a la reflexión, al encuentro personal, a fundirnos hacia dentro. Nos volvemos más intuitivos y volvemos al calor de nuestros hogares. 

Venimos de un clima en el que nos relacionamos hacia el exterior, en espacios abiertos, más lúdicos y como dicen algunos filósofos: la vida es más jovial, pareciendo eterna… 

Igual que el verano nos invita a vivir más hacia afuera, observando la plenitud de la naturaleza, la exuberancia de sus flores y frutos; el otoño, sin embargo, nos invita al recogimiento, desde fuera hacia dentro. De este modo nos sincronizamos con la naturaleza, en la que, en este momento del año, se recoge la savia de los árboles para descansar en las raíces, las hojas caen; como si todo aquello que ya no necesitamos se desprendiera también. 

Somos seres sincronizados con la naturaleza

Conocer cómo se comporta la naturaleza, nos proporciona un conocimiento mayor de lo que nos ocurre a nosotros, nos ayuda a entender cómo somos y por qué en muchas ocasiones, durante el cambio de estación, estamos más tristes, apáticos, algunas personas incluso acusan muchos momentos de nostalgia y decaimiento.

La llegada del otoño y nuestras emociones se entrelazan. Nos afectan inevitablemente los ciclos naturales, la temperatura, las horas de luz y la tibieza del sol. Lo que ocurre es que los ciclos hacen la función de equilibrar y … ¿Cómo lo hacen? Dando lugar a una nueva etapa, diferente, en la que tienes la oportunidad de reajustarte y ver qué necesitas.  

No obstante, adaptarse al cambio requiere su tiempo. Al principio nos costará compaginar nuestra vida con menos horas de luz, un clima que nos obliga a protegernos del frío y un tiempo en el que debemos aprender a prescindir de la fuerza del sol. Nos adaptamos a la naturaleza y los recursos que nos ofrece tal y como lo hace ella misma.

Todo esto no tiene porqué ser negativo, de hecho, el contraste entre estaciones permite a nuestro organismo adecuarse a los cambios y buscar en ellos el bienestar. Además, la mayor o menor crudeza de ciertas estaciones nos permite apreciar aquellas otras que nos hacen sentirnos con más energía. 

Al igual que en la naturaleza, las reservas de energía se gestionan para poder afrontar la nueva etapa. La energía de los árboles y plantas se acumula en zonas como las raíces para trabajar con la llegada de la primavera tal y como hacemos los seres humanos: trabajamos en nuestras reservas interiores, se generan cambios en la producción de  hormonas, neurotransmisores y nuestro sistema inmune, lo que supone letargo, cansancio o que tengamos al principio la sensación de vivir más despacio. De alguna manera, nos sincronizamos de nuevo con la naturaleza. Esta sincronía tiene que ver con que los seres humanos tenemos una gran necesidad de contacto con la naturaleza para que ciertas cosas se coloquen en nuestro interior. Muchas veces, cuando  vivimos experiencias en entornos naturales, nos damos cuenta de que algo se despierta dentro de nosotros y nosotras. A veces es algo tan especial que en ocasiones no llegamos a entender del todo y que, sin embargo, nos hace sentirnos bien; algo se armoniza. 

¿Cómo entiende estos ciclos la Gestalt?

La Terapia Gestalt  trabaja de forma holística, global, sin  olvidarnos de que somos seres vivos y que vivimos en constante interrelación  con nuestro entorno. Por ello, sabemos que el estado emocional puede variar de la mano del cambio estacional. De hecho, muchos hemos llegado a sufrir ese llamado “bajón anímico otoñal”, como si nuestra alma fuera arrastrando también los pies, como si esa energía dejara de nutrirse «hacia afuera» para ir hacia adentro.

En Terapia Gestalt Alcalá sabemos que el otoño es una estación del año en la que nos puede apetecer más volver hacia dentro, al descanso, al recogimiento.

Por eso esta estación la conocemos también como la estación de la introspección. Es muy interesante percibir esta sintonía natural y entenderla en nosotros mismos. Podemos reflexionar al respecto, haciéndonos las siguientes preguntas:

  • ¿Qué he podido recoger durante este tiempo y de qué manera me puede nutrir?
  • ¿Qué quiero  «soltar» que ya no me está sirviendo ? 
  • Si he decidido continuar con mi crecimiento interior, ¿por dónde quiero continuar?
  • ¿Puedo buscar ayuda? Si es así, ¿qué tipo de apoyos necesito?

Podemos seguir fortaleciendo nuestras raíces para brotar en unos meses y crecer con fuerza, con energía renovada y con equilibrio.

Si quieres reforzar tu forma de gestionar las emociones puedes contar con nosotros. En Terapia Gestalt Alcalá podemos ayudarte a sentirte mejor.